Flores de luna

Desde hace unas semanas está en cartelera este interesante documental dirigido por Juan Vicente Córdoba (2008). «Flores de luna» narra la historia del Pozo del Tío Raimundo, desde sus orígenes hasta la actualidad. Muestra cómo, a partir de los años 50, llegaron a lo que eran entonces campos de labranza los primeros inmigrantes que venían del campo en busca de un trabajo en la ciudad, cómo construían sus chamizos en una sola noche, como «flores de luna», para que al día siguiente la policía no pudiera derribarlos. Cuenta también la lucha, apoyada y liderada por el Padre Llanos, por conseguir los servicios básicos, la lucha por defender la dignidad de su barrio a pesar del barro y la miseria, la lucha por la alfabetización de los vecinos, la solidaridad y la participación de los habitantes en aquellos días difíciles.

El director, que narra la evolución del barrio vallecano como reflejo de la sociedad española, la lucha de clases, la solidaridad y la participación ciudadana, a lo largo de más de 50 años, mezcla imágenes de archivo en blanco y negro con la realidad actual del que ya es un barrio más de Madrid. Una historia de inmigración pasada como reflexión sobre el fenómeno actual de las migraciones transnacionales: «Cuando la gente ve hoy en día a los inmigrantes que vienen de fuera tiende a olvidar lo cerca que hemos tenido la pobreza. Es incapaz de recordar nuestra propia inmigración interna: la andaluza, manchega, extremeña, etc. Ya no se recuerdan aquellas imágenes de la posguerra: el frío, el hambre, el miedo«, dice el director (www.hoycinema.com).

El documental contrapone la historia de lucha y superación que construyó el barrio, desde las primeras chabolas en los años cincuenta, la movilización en los años setenta por un Plan Parcial que realojara a todos los vecinos en el mismo barrio y la lucha contra la droga que se llevó a una generación, con el panorama actual, caracterizado por un 70% de fracaso escolar, una generación de jóvenes desmotivados, apáticos y en muchos casos racistas. Este retrato de la evolución de la sociedad española resulta francamente desalentador, si bien el director deja una puerta abierta a la esperanza a través de un grupo de jóvenes que intentan involucrarse en la organización de las fiestas vecinales.

A la vista de la imágenes de archivo que recupera el documental, se hace inevitable la comparación con las noticias que llegan desde la Cañada Real Galiana, la enorme favela madrileña en la que viven actualmente unas 40.000 personas, algunas de cuyas viviendas han sido derribadas últimamente por el ayuntamiento de Madrid.