La Democracia en Acción

11.08.19_La-Dem-Acc_PortadaGanuza, Ernesto; Olivari, Lucrecia; Paño, Pablo; Buitrago, Luz; Lorenzana, Concepción (2010) La Democracia en Acción. Una visión desde las metodologías participativas. Editado por Antígona Procesos Participativos http://www.antigona.org.es

A finales de 2010, los miembros de Antígona, Procesos Participativos publicaban de forma libre en su página web un método completo a través del que explican cómo llevar a cabo un proceso participativo desde el punto de vista técnico. Los autores describen un proceso participativo como la toma de decisiones por parte de los afectados por un determinado problema en vistas a una acción colectiva para actuar sobre dicho problema desde la racionalidad y la sencillez superando la mera negociación de intereses o la propuesta.

El libro se divide en tres partes, la primera da cuenta del marco teórico en que se mueven los autores. Las otras dos desarrollan las partes de un proceso participativo: el análisis y diagnóstico de una situación por un lado y la elaboración de un plan de acciones por otro.

El mayor valor del libro reside en el despliegue completo del proceso participativo tal como lo entienden los autores, desde los primeros pasos cuando alguien encarga el arranque de dicho proceso hasta las herramientas de evaluación y monitorización del mismo una vez se encuentran en marcha las acciones relevantes.

Comprender la panorámica del proceso ayuda a evaluar las fuerzas con las que uno cuenta en un momento dado y los pasos que será capaz de desarrollar y por tanto dónde debe concentrar sus fuerzas (y si se podrá llevar a cabo el proceso completo o compensará trabajar en sólo las primeras fases de forma sólida para en el futuro continuar con las posteriores).

Las notas que siguen constituyen un resumen de trabajo personal sobre el libro, y puesto que este se encuentra a disposición de todo el que quiera consultarlo se recomienda su lectura a todos aquéllos que quieren lanzar o involucrarse en un proceso participativo.

MARCO TEÓRICO

La Democracia en Acción cuestiona el monopolio del conocimiento experto y plantea el valor de los ciudadanos como fuente de información y reflexión y como actores implicados en la resolución de problemas. Para ellos un ciudadano es un individuo reflexivo situado, es decir, una persona insertada en una serie de redes sociales formales e informales que influyen pero no determinan sus visiones del mundo. Estas redes sociales son a su vez marcos de convivencia que se hacen y se mueven a partir de los sujetos implicados en ellas. La clave para poder comprender un proceso participativo es trabajar con los SIGNIFICADOS que las personas dan a las cosas dentro del contexto en el que viven.

Un proceso participativo debe tener un punto de partida, un situación inicial que se pretende mejorar a través de la búsqueda colectiva de escenarios alternativos entre los diferentes agentes implicados. El proceso generará un espacio PÚBLICO (especialmente materializado durante la realización de talleres), donde se deberá lograr la interacción entre actores y el intercambio de significados a través de la visualización de posturas y el debate, es decir, de la reflexión colectiva y donde se deberán alcanzar acuerdos que superen las situaciones iniciales considerando los límites existentes y el contexto (político, social, económico…).

Por tanto, un proceso participativo convocado para conocer pero no para transformar no tendría sentido, pero como se ha mencionado anteriormente, comprender la dinámica completa del proceso como la describen los autores permite hacer constar dicha contradicción y discutir con los agentes promotores e involucrados en un proceso lospasos a dar para resolverla.

Figura 1.- Esquema general del proceso descrito en el libro

Figura 1.- Esquema general del proceso descrito en el libro

La Figura 1 resume el proceso completo con sus dos grandes fases: el DIAGNÓSTICO Y CONTEXTUALIZACIÓN que permite, a través de la DEVOLUCIÓN pasar al PLAN DE ACCIÓN INTEGRAL (que a su vez es un anillo de acciones que alimenta el inicio del trabajo.

Cada una de las siguientes partes del libro describe en detalle los pasos del proceso para luego desarrollar las herramientas que pueden hacer posible cada una de ellas.

EL DIAGNÓSTICO Y CONTEXTUALIZACIÓN / PASOS

El objetivo de esta fase es CONOCER la realidad para poder TRANSFORMARLA en la segunda parte del trabajo. Partimos del hecho de que cada persona tiene valores distintos. En todo proceso se debe garantizar la concurrencia de voces diferentes evidenciando la complejidad de las redes sociales involucradas en un problema o situación. Además de estas voces, el responsable de gestionar el proceso participativo debe traer otros factores a colación, como la contextualización, la participación indirecta o hacer evidentes los límites existentes.

Tal como se indica en la Figura 1, los pasos de esta primera etapa de un proceso participativo son las siguientes:

  1. Demanda Inicial que surge de alguien o de nosotros mismos como respuesta a un problema o situación.
  2. Construir el problema para ampliar la visión limitada de la demanda inicial a través de la búsqueda de “dolores” que puedan hacernos pasar de una visión única a una visión más plural. En esta etapa se construirá un equipo de trabajo inicial que con unos acuerdos mínimos se decida a lanzar el proceso participativo. Indagar acerca del problema: ¿cuál es el problema?, ¿a quién preocupa?, ¿por qué?…
  3. Contextualizar el problema significa comenzar a indagar qué piensan del problema quienes están involucrados (los agentes). En esta fase se recurrirá a información secundaria (bibliografía, entrevistas a expertos, recopilación de experiencias previas…) y se buscarán cuáles son los límites que puede encontrarse el proceso (legislación vigente…). También se inicia el trabajo de campo con un núcleo reducido (normalmente las redes formales) y se elabora el Plan de trabajo (donde se indicará quiénes y en qué participan, cómo se va a organizar el proceso, cuánto tiempo se le dedicará y cómo se distribuye, qué herramientas se utilizarán)
  4. Elaboración de un Guión que aunque no se explicita como fase en el libro se incluye en este momento del proceso y donde se indican los posicionamientos y subtemas que componen el problema.
  5. Ir a escuchar supone dar el salto a las redes informales y recoger el posicionamiento de todos los agentes involucrados en el problema. Si durante las fases previas se ha producido un mapa de agentes implicados y se han podido definir las técnicas a utilizar para recabar información de cada uno de ellos, durante esta fase se realizará el trabajo de campo propiamente dicho. Se creará una comisión de seguimiento permeable a nuevas incorporaciones que facilite y siga el proceso.
  6. El Diagnóstico es el resultado de recopilar y sistematizar toda la información obtenida.

Toda esta primera fase de trabajo dará cuenta del marco institucional, del marco relacional entre actores (y de las posibilidades de actuación conjunta) así como del marco temático (los aspectos cualitativos según el discurso de los actores y los posicionamientos y subtemas).

EL DIAGNÓSTICO Y CONTEXTUALIZACIÓN / HERRAMIENTAS

Un amplio abanico de herramientas harán posible en cada fase hacer concurrir el máximo número de elementos que definen y dan forma al problema. A continuación se enumeran siguiendo el orden del libro donde cada tipo de herramienta se ilustra con ejemplos. Todos los documentos que se generen a lo largo del proceso deben tener una carátula con la información básica de los mismos (día, hora, participantes…)

  1. Datos secundarios y límites públicos: Significa recurrir a los datos que pueden darnos un punto de partida: instituciones involucradas, reglamentos, programas públicos y privados implicados, historia, significados compartidos, encuestas de opinión pública, saber especializado… Es importante comprender las instituciones y los límites que imponen al proceso para poder trabajar en este marco o para conscientemente buscar desbordarlos.
  2. Análisis de redes: A través del sociograma se pretende entender cómo se articulan y posicionan los diferentes actores presentes en el contexto (en torno a un tema en un moomento y un lugar concretos). Para ello se prepara una matriz donde se crean nueve cuadrantes, en horizontal encontraremos las posiciones de los actores en relación a la del agente que inicia el proceso (Afines, Diferentes, Indiferentes u Opuestos); en el eje vertical crearemos tres áreas según el grado de influencia y poder de cada agente (Bajo, Medio o Alto). Los agentes se unirán por medio de líneas cuando existan relaciones entre ellos (líneas dobles si son relaciones fuertes, líneas con aspas si son relaciones de conflicto, con flechas uni o bidireccionales dependiendo de si la relación es recíproca o no…). Se suelen utilizar diferentes tipos de figuras para graficar a cada agente (Institucionales, Redes formales o Redes informales).
  3. La Muestra: ¿Cómo garantizamos la amplitud de voces en el proceso (sin omitir ninguna voz relevante y sin recoger sistemáticamente “más de lo mismo”)?. Para responder a esta pregunta, los autores proponen dos herramientas, la primera es el sociograma que de forma muy visual nos da informació sobre con quién debemos hablar (participación de los opuestos). También se propone la utilización de matrices de variables relevantes, donde por ejemplo en las columnas se incluyen variables de género y de estado civil y en el vertical se incluyen variables de edad (esto depende de las variables relevantes al proceso que estemos desarrollando).
  4. Datos Cualitativos: ¿Qué piensa cada agente en torno al problema? ¿Qué comparten? Se trata en esta fase de escuchar los discursos de cada agente implicado (más allá de las dinámicas pregunta-respuesta). Para realizar la escucha será necesario preparar un guión que permita encauzar la conversación hacia los temas relevantes (con temas, subtemas y baterías de preguntas), pero habrá que saber trabajar sobre la marcha, insistiendo sobre temas o abriendo nuevos bloques temáticos que resulten relevantes. Se proponen tres tipos de modelos de conversación:
    1. Entrevistas individuales (semiestructuradas o abiertas)
    2. Entrevistas grupales (entre afines)
    3. Grupos de discusión (entre agentes que no se conocen entre sí, ni muy afines ni muy antagónico

LOS TALLERES PARTICIPATIVOS

Esta es la herramienta clave de todo el proceso. Se trata de crear espacios donde los implicados puedan expresar su visión del problema (conocer la pruladidad de voces, hablar en condiciones horizontales y crear una imagen conjunta del problema a partir de las imágenes indiviuales. En cada taller deberá estar claro cuál es el MOTIVO y qué lugar ocupa dentro de un proceoso.

Se propone una guía para la realización de talleres contando con los siguientes pasos:

  • Preparación: Definición de objetivos y resultados (soporte VISUALIZABLE). Preparación de tiempos.
  • Convocatoria: Recurrir a la difusión formal (a través de nudos locales) e informal a través de cajas de resonancia adecuadas (los lugares donde un perfil de personas se encuentran o buscan información).
  • Los dinamizadores/técnicos deben generar confianza, estimular el debate sin forzar consensos (no dejando que nadie monopolize el espacio, reclamando argumentaciones y llevando a exposición pública los diferentes argumentos) y plasmar los contenidos de forma clara. Su labor es análoga a la de un secretario y no a la de un líder de la discusión.
  • En cuanto a la realización es necesario partir siempre de lo que la gente vive, sabe y siente. Se trata de ubicar lo cotidiano y personal en lo social, colectivo, histórico y personal.
  • En general los talleres se dividirá en varios momentos:
    1. Presentación
    2. Primera Reflexión (suele tener lugar en grupos, y habrá que decidir si éstos son homogéneos o heterogéneos y según qué variables).
    3. Plenarios donde se lleva a cabo una Segunda Reflexión.
    4. Conclusiones donde se visualiza el material elaborado.
  • En cuanto a las técnicas adecuadas para cada taller, se deberá recurrir al sociograma, a partir de él se podrá ver qué agentes se pueden reunir en talleres, con cuáles habrá que utilizar técnicas indiviauales…
  • Durante todo el proceso es fundamental estar atentos a las lecturas relacionales, ¿de quién se habla? Los cuadrantes vacíos del sociograma nos indicarán posibles lagunas en el proceso de indagación.

Se describen en detalle los siguientes talleres, dando cuenta del proceso a seguir, de los resultados a obtener y de los puntos fuertes y débiles de la técnica:

  • Taller DAFO: Permite concretar en poco tiempo un diagnóstico amplio de la problemática aunque no contempla relaciones entre elementos. Es adecuado para un momento inicial y habrá que hacer constar los debates que se produzcan durante el taller. Este taller puede servir fácilmente para avanzar en el futuro, por ejemplo a través de una matriz de acciones que de respuesta a la matriz DAFO inicial (cómo compensar o corregir las debilidades, afrontar las amenazas, mantener o desarrollar las fortalezas y aprovechar las oportunidades). Otra posibilidad es realizar una matriz de estrategias (Estrategias de Subsistencia que afrontan las amenazas teniendo en cuenta las debilidades internas, Estrategias Defensivas para conservar las fortalezas a pesar de las amenazas, Estrategias de Reordenación para aprovechar las oportunidades reconsiderando las debilidades y Estrategias de Potenciación que permitan aprovechar las oportunidades ofrecidas por el contexto).
  • Taller de Contexto: Este taller reune agentes diversos, y hace que cada uno plantee cómo entiende una situación (lo que me gusta, lo que no me gusta, cómo me gustaría que fuera). Permite dar el salto a la propuesta y trabajar sobre escenarios deseados.
  • Taller para elaborar el sociograma: Se recomienda homogeneidad de actores en un momento inicial, y la elaboración de varios sociogramas y se deberá analizar el resultado en función de los participantes (si han quedado casillas vacías por algún motivo…). Este taller nos permite conocer los actores y grupos ya creados así como descubrir canales que nos permitan llegar a los indiferentes y opuestos.
  • Técnicas de visualización: Son técnicas desarrolladas sobre todo en el ámbito del Diagnóstico Rural (Rápido) Participativo. Se aproximan a entrevistas pero con un registro gráfico de la información producida. Estas técnicas gráficas permiten hablar y sintetizar al mismo tiempo, superando las barreras de análisis puramente verbales. El tema se centra en torno al soporte y la información se ve según se produce. El material producido se puede reutilizar y comunicar facilmente. Algunas técnicas de este tipo son:
  • Mapeo participativo del espacio a través de transectos o a través de la realización de mapas parlantes (realizados en talleres plurales o en talleres homogéneos y luego comparados).
  • Gráficos histórico temporales: entre los que se incluyen el perfil histórico (la historia de un lugar quizás discriminando en una línea del tiempo aspectos positivos a un lado y negativos al otro), cronología histórica (un problema dividido en temas y en periodos en orden cronológico inverso), horarios diarios o calendarios de actividades.

El plan de acción integral

El objetivo de un proceso participativo debe ser transformar una situación de partida, resolver una cuestión que afeccta a un grupo plural de ciudadanos a través de una solución pública asociada a la palabra y reflexión de los participantes.

En este contexto el técnico tendrá que supervisar el proceso, poner los pies en la tierra y hacer constar los límites, facilitar el proceso técnicamente (con las herramientas adecuadas, visualizaciones…) y actuar como provocador para que los participantes puedan dar un salto creativo que supere los antagonismos replanteando de forma original los problemas.

Los autores proponen cinco pasos para completar un Plan de Acción Integral, cada paso responde a una pregunta sobre el proceso:

  • El Autodiagnóstico / ¿de dónde y cómo partimos?: el equipo encargado técnico realizará en el momento intermedio entre ambas fases, una DEVOLUCIÓN donde se encuentre todo el material recopilado en base a la cual los participantes harán una interpretación del proceso previo considerando a los “otros” como alguien con quien comparten el problema de partida. A través de este paso los actores profundizarán en el análisis y reflexionarán sobre el cruce de información. Los productos de esta fase podrían ser una matriz de temas-actores y una relación de problemas y nudos críticos.
  • La Reflexión / ¿hacia dónde queremos ir?: A través de este paso se debe generar un escenario deseado, un horizonte compartido frente al problema que habrá que traducir en criterios realistas que cuenten con las redes y los límites.
  • La Formulación de Propuestas / ¿qué queremos y podemos hacer?: Durante esta fase habrá que hacer emerger el máximo número de relaciones que atraviesan un problema concreto y llegar a formular listados de propuestas por temas.
  • La Programación / ¿como lo vamos a hacer?: Las propuestas, una vez priorizadas (al filtrarlas a través de los criterios consensuados según contribuyan al escenario común deseado) a través de un documento que dé cuenta de ello, se traducirán a tareas concretas y se planificarán.
  • El Plan de Acción: Propiamente dicho es el documento que dará cuenta de cómo se ejecutarán las propuestas. Habrá que desagregar los programas propuestos en proyectos, actividades y tareas… operativos. Se habrá de analizar cada propuesta dando respuesta a las siguientes preguntas: ¿qué? ¿por qué? ¿para qué? ¿cómo? ¿dónde? ¿cuándo? ¿con qué? ¿quiénes? ¿para quiénes?. Se deberá preparar un cronograma.
    • Definición del esquema organizativo / ¿quién hace qué?: Habrá que definir cómo se pone en marcha y se sigue el plan de acción. Típicamente habrá una división entre mesas temáticas, encuentros plenarios y espacios de articulación, habrá que definir qué funciones tiene cada uno de estos espacios y cómo fluye la información entre ellos, también qué composición tendrán los grupos, si heterogéneos u homogéneos según la posición frente al problema (o si se aprovechará la organización para tender puentes entre diferentes). La estructura debe quedar abierta permitiendo nuevas incorporaciones. Las personas que actúen entre las entidades menores y las que aglutinan más personas actuarán como portavoces-secretarios y no como representantes.
    • Las características de esta fase deberían ser: abrir paso a las posiciones minoritarias, creatividad, integralidad (articular actuaciones), operatividad, viabilidad (según los recursos disponibles, tanto dinero como infraestructuras, asesoramiento, formación, tiempo…), sostenibilidad, calendarización y monitorización.
  • Monitoreo y seguimiento / ¿cómo lo estamos haciendo?: Esta fase trata de generar mecanismos que permitan de manera articulada y sistemática recoger y recopilar información que permita incorporar los cambios generados por la propia marcha del proyecto o por el contexto. Esta fase se debe llevar a cabo en conexión con los actores, se pretende también la consolidación de información y la realización de un aprendizaje colectivo. Es necesario diseñar mecanismos de seguimiento que sean adecuados a la experiencia (y den cuenta de los criterios acordados para consolidar el escenario de futuro deseado), ágiles en su procedimiento, colectivos y articulados con relación al espacio organizativo (habrá que diseñar unos Indicadores que permitan medir y comparar variaciones). También será necesario decidir cómo se registra, produce y difunde la información producida (los momentos y los mecanismos de consulta de acuerdo con la organización general del proceso, si la información la producirá la población general o se realizará al interior del esquema organizativo, también habrá que buscar mecanismos de evaluación de la propia organización y considerar la realización de informes a lo largo de todo el proceso que den cuenta del mismo). Se preparará también un calendario de seguimiento del proceso.

Las decisiones tomadas en el Plan de Acción se basarán en información previa y en un proceso deliberativo elaborado con un sentido pragmático: ¿cómo se puede mejorar el estado de un problema dentro de un contexto complejo?.

El plan de acción integral / Las herramientas

Las herramientas a utilizar en esta fase deberán se adecuadas a espacios plurales ya que en ellos se decidirá qué acciones tomar para resolver el problema de partida.

  • La sistematización: Será necesario recopilar y seleccionar y ordenar toda la información recopilada en la primera fase (se seleccionará la información en base a los elementos que aportan a resolver el problema). Hay que presentar la información pero no interpretarla, ya que de esto se encargarán los propios actores en un taller de autodiagnóstico. El objetivo de esta tarea es conocer los discursos en el contexto y en relación al problema.
  • Aproximación al material: Componer una visión global de la información recopilada, despejar de elementos “no relevantes” y ver si falta material.
  • Matriz de volcado temático: Preparar matriz donde aparecen todos los temas y subtemas relevantes según el guión trabajado resaltando frases textuales (titulares) procedentes de los actores.
  • Matriz de temas-actores: Comparación de los titulares entre los actores.
  • Talleres de devolución: Estos talleres se utilizarán para formular criterios-marco que ayudarán a generar y a priorizar las propuestas. Si es posible, la presentación de la información recopilada durante la primera fase la realizarán las personas involucradas.
  • Juego de frases: Esta técnica pretende abrir nuevos planos de interpretación ante posiciones antagónicas planteando nuevas preguntas alternativas a las que generan los conflictos. Ante las posturas Sí ó No, existe la postura Sí y No que aunque supera en cierta forma los antagonismos comparte la lógica del problema. Existe también la posición Ni Sí Ni NO que sirve como puente donde se replantea la lógica del problema. Producto de este taller puede ser una matriz de problemas y posiciones donde se establecen los temas importantes según el guión con las cuatro posturas arriba mencionadas.
  • Flujograma: Se trata de una herramienta que permite entender cómo se influyen los problemas entre sí generando cadenas de problemas y nudos críticos. La matriz se divide en columnas según los temas y en filas según la capacidad de los actores presentes en la elaboración para influir en ellos. Se escriben tarjetas con los problemas y se colocan en las casillas (un punto débil de la técnica es que un problema no puede pertenecer a dos temas diferentes a no ser que sean contiguos). Habrá que evaluar en un plenario la colocación de las tarjetas. Un segundo paso consiste en unir las fichas de problemas por medio de flechas que van de la causa a los efectos (las causas deben ser más o menos directas y debe haber consenso en las relaciones generadas, también se debe comprobar si quedan tarjetas descolgadas). El tercer paso consiste en analizar las relaciones: qué problemas son acusa y efecto, qué problemas intermedios hay y qué redes de problemas se generan. Preparando una matriz donde se ordenan los problemas según el número de flechas que entran y salen se identificarán los nudos críticos (que es interesante visualizar de forma aislada). Estos nudos suponen una síntesis de la situación social que si bien es sesgada, se podrá utilizar como base para generar altermativas.
  • Talleres de Reflexión: Estos talleres permiten delimitar un horizonte de trabajo y priorizar propuestas en función a unos criterios operativos basados en dicho horizonte.
  • Escenarios de futuro: Se deberán pensar dos horizontes de futuro (uno positivo y otro negativo) imaginando el futuro sin poner énfasis en la viabilidad). Deberán participar los afectados por los problemas. Es posible utilizar la división por ejes temáticos. La visualización de escenarios produce un efecto inmediato y sirve de referencia a lo largo del resto del trabajo.
  • Taller de definición de criterios: Los criterios son sentencias breves que afirman o condicionan una acción. Se trata de definir qué características debe tener una acción para hacer posible el escenario positivo definido. Estos criterios deben ser operativos. Habrá que definir las características de los criterios, el número total de criterios y la valoración nominal que permitirá valorar el cumplimiento del criterio.
  • Talleres de Proposición / Taller de construcción de propuestas: Este taller servirá para elaborar propuestas concretas de actuación. Como base habrá que rescatar todo el trabajo anterior (flujograma, escenario de futuro y criterios) y se utilizarán los ejes temáticos. Las propuestas son actuaciones y medidas a emprender ante los problemas detectados. Según los ejes temáticos se formarán grupos y se revisarán las propuestas de cada grupo en plenarios.
  • Talleres de Programación: Sirven para priorizar las propuestas, elaborar el plan de acción y definir el sistema organizativo.
  • Taller de Priorización: Se someterá a cada propuesta a cada uno de los criterios definidos (a través de un semáforo o dándoles una puntuación). Se preparará una matriz de propuestas criterios para poder evaluarlas.
  • Votaciones Ponderadas: Procedente del EASW es un sistema de votación a través del cual cada participante tiene un determinado número de votos que puede repartir entre las propuestas (normalmente no puede votar sus propias propuestas).
  • Talleres para la Elaboración del Plan de Acción: Se trata en este taller de analizar, desmenuzar y articular las propuestas hasta hacerlas operativas. Hay que responder a todas las preguntas que conciernen a cada proyecto. El libro sugiere cinco matrices para organizar este trabajo:
  • Matriz 1.- Organizar las propuestas en programas indicando la finalidad y el objetivo.
  • Matriz 2.- Definir quién hace qué. Qué hace cada actor.
  • Matriz 3.- Matriz de limitaciones. Debe poner los pies en el suelo. ¿Con qué contamos? ¿Qué hace falta gestionar? ¿Somos capaces? ¿Necesitamos alianzas?…
  • Matiz 4.- Planificación temporal.
  • Matriz 5.- Matriz Resumen donde figuran todos los programas, proyectos, finalidad, actividades, actores, recursos y tiempos.
  • Talleres de Monitoreo y Seguimiento / Taller para el Diseño de Instrumentos de Registro y Producción de Información: Estos talleres deberán garantizar el seguimiento del proyecto, que el proceso sea participativo y se pueda reorientar cuando sea necesario. Los criterios serán la base que permita hacer el seguimiento. Será necesario definir qué vamos a medir y cómo vamos a recoger la información.
  • Se podrán utilizar cuestionarios, encuestas… con la población general o dentro del grupo de trabajo.
  • Si es posible se realizarán evaluaciones colectivas con herramientas como una diana donde cada participante evalúa el tino con que se está trabajando cada criterio o un árbol en el que cada participante colocará los frutos que cree está sacando del proceso.
  • Se deberán recopilar datos cualitativos y cuantitativos.
  • Después de un tiempo habrá que re-elaborar el sociograma para entender los cambios en las relaciones entre actores.
  • Memorias / Informes: Será necesario elaborar un informe que sistematice y ordene toda la información y de cuenta del proceso completo. Los capítulos a introducir serían los siguientes:
  • Presentación e introducción: ¿qué?, ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿por qué?, ¿para qué?
  • Método utilizado y previsto
  • Autodiagnóstico
  • Plan de acción (criterios, propuestas priorizadas, programación, cronograma)
  • Seguimiento
  • Conclusiones
  • Bibliografía
  • Anexos (herramientas utilizadas…)

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Puesto que el manual carece de una lista bibliográfica donde se sinteticen las obras que se pueden utilizar para ampliar el estudio de las técnicas descritas, se enumeran a continuación las obras que aparecen referenciadas en las notas y que pueden servir para continuar estudiando (se ha realizado una búsqueda para localizar las que están disponibles en internet):

  • VVAA (2006) Monográfico sobre participación y redes sociales REDES Revista Hispana para el Análisis de Redes nº11 diciembre http://revista-redes.rediris.es
  • Martín Gutierrez, Pablo (2004) La mano y la herramienta. El uso de técnicas grupales para la participación. Publicado en Cuando nos parece que la gente no participa. Materiales de apoyo a la participación.  Sevilla. Atrapasueños. ACSUR. Ayuntamiento de Coria del Río. Disponible en http://ilusionismosocial.org/
  • Vargas, Laura y Graciela Bustillos (1984?) Técnicas Participativas para la Educación Popular. Centro de Estudios y Publicaciones Alforja. Información en http://www.cepalforja.org/
  • Marti, Joel (2006) Tecniques Participatives per el debat grupal. Papers de Participaciò nº17 Diputació de Barcelona. Disponible en http://www.diba.es
  • Chambers, Robert y Guijt, Irene (1995) DRP cinco años después ¿dónde nos encontramos? Forest, Trees and People Newsletter nº 25/27. Disponible en http://opendocs.ids.ac.uk/
  • Bermejo Asensio, Luis Alberto; Lobillo Eguíbar, José y Molina Alfonso, Cristina (2001) Aportes del DRP a las metodologías participativas y aplicación a la gestión de los recursos naturales de La Gomera. Disponible en www.redcimas.es
  • ArdónMejía, Mario (1998) Serie de Cuadernos Metodológicos de Investigación Participativa. Editorial Zamorano Honduras. Disponible en http://es.scribd.com/doc/48709015/Ardon-Cudernos-metodologicos-de-IP.
  • Expósito Verdejo, Miguel (2003) Diagnóstico Rural Participativo. Una guía práctica. Centro Cultural Poveda Santo Domingo República Dominicana. Disponible en www.centropoveda.org
  • Ardón Mejía, Mario (2000) Guía Metodológica para la Sistematización Participativa de las Experiencias de Agricultura sostenible. PASOLAC. Nicaragua. Disponible en http://www.pasolac.org.ni/
  • Ardón Mejía, Mario () Métodos e instrumentos para la investigación etnoecológica participativa. Etnoecológica Vol. 6 nº8. Disponible en http://intranet.catie.ac.cr
  • Serrano, Eduardo (2004) Las derivas para conocer la ciudad. Otra Málaga 04 Colectivo Rizoma. Mapa de Málaga disponible en: http://www.trayectos.org/
  • Subirats, Joan (2004) Democracia, participación y transformación social REVISTA POLIS nº12 www.revistapolis.cl

Sin mencionar obras concretas se alude también a los siguientes autores/métodos:


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