Andernos – Bordeaux


Nos hemos levantado hambrientos y llegamos al desayuno formales, como niños limpios y con gesto cariñoso para ver si podemos repetir de todo.

Tomamos varios cafés y entramos en un éxtasis contenido con los croissants y el pan con mantequilla. Hablamos poco, el comedor es muy acogedor, antiguo, estamos contentos, comemos mucho.

Hemos pensado en volver a Les Mimoses. Esto supone añadir varios kilómetros a la ruta, pero tenemos la intención de colarnos en el camping de los tetrodones.

Conseguimos entrar y hacemos deriva por el camping. Esta cerrado, no hay nadie, vemos huellas de jabalíes, husmeamos los interiores de los tetrodones por las ventanas, fantaseamos y algo recuerda a campamento militar abandonado.

Con la sensación de que ha merecido la pena los kilómetros añadidos a la ruta, vamos encadenando pueblos Le Porge, Saumos, Saint-Helene.

El cartel de Saint Helene, nos hace hablar de las personas que conocemos que se llaman Elena.
Con esa charla comenzamos el carril bici que da entrada a Bordeaux. La entrada se hace tediosa: semáforos, tráfico, cambios de sentido en una zona urbana poco atractiva. Tener que parar nuestras bicis de piñón fijo tantas veces nos va consumiendo, reímos menos, las piernas están cansadas y las bicicletas cargadas se nos hacen pesadas.

Llegamos al centro de Bordeaux, hacemos una parada, aprovechamos para hacer llamadas. Planeamos dos visitas antes de ir al albergue. Nos acercamos a La Bassin, en la base sous-marine retrocedemos años. Encontramos placer en pasear con nuestras bicicletas en la mano viendo desguaces de barcos.
Intentamos ver le Garage Modern, un taller donde jubilados te enseñan lo necesario para que arregles tú mismo tu bici, tu coche… Pero estaba cerrado.
Después de dejar las alforjas en el albergue, salimos a dejarnos quemar por la ciudad con Stephan, Le Projectioniste. Hablando del plan para ir a cenar, pasamos por L´Introuvable un bar de un conocido suyo que coleccionaba vinos con nombre de famosos. Vemos las botellas de vino de Banderas, Chabal y Depardieu. También prepara vodkas de sabores, jugamos con su vodka de ostras, nos hacemos fotos. Está contento, hoy emiten un programa de televisión en el que le entrevistan. Nos invita a cientos de pistachos y a queso de cabra al pimentón en microondas. Nos descubre la picon bière y como nos sentimos rudos, bebemos unas cuantas.
De camino a la cena pensamos que estamos saciados, llenos, pero nos equivocamos. Al llegar a Le Cochon Volant y ver la carta nos entra de nuevo el hambre. La cena es pantagruélica, elegimos señalando con nuestro dedo sobre la pizarra, una tarrina de foie, pata de cerdo al horno y nuestro primer encuentro con la andouillette 5 As. Le confesamos nuestro amor eterno. Hemos bebido ágiles vino tinto Lyrac ‘Domaine de la Mordorée. Con la última copa, vemos las fotos que hemos sacado sólo hace unos instantes durante la cena, nos asustan entre risas, la mesa parece un campo de batalla.

Llegamos al albergue justo a la última hora que permiten la entrada, dormimos como podemos. Al día siguiente, desayunamos en el mercado Des Capucins, vemos una exposición en el Museo de Arte Contemporáneo sobre proyectos de expansión urbanística de la ciudad y comemos limpio en un libanés. Nos despedimos con abrazos de Stephane y de unos amigos de Pascal con quienes nos hemos juntado.

Fecha: 13/10/2012
Recorrido: Andernos - Bordeaux
Distancia: 112 kms.
Dormir: Auberge de la Jeunesse > resa@bxaj.eu
Detalles importantes: En la actualidad ya no se pueden ver los tetrodon en el vvf-villages de Cap ferret. Se puede visitar en Darwin Project de Bordeaux.