Ha dicho (ahora y antes) que él no daba órdenes en el grupo, que recaía en su socio y los hijos de este. “Era una forma de huir hacia adelante cuando lo que tenían que haber hecho era cortar el brazo de raíz para que el cáncer no se convirtiera en metástasis”, dice un empresario, recordando que la pareja de socios ya había mostrado sus credenciales cuando adquirió por una peseta Aerolíneas Argentinas a la SEPI (sociedad estatal) y luego compró créditos a los acreedores con una posterior quita para quedarse con la compañía.
Los sablazos de Díaz Ferrán a sus amigos en El Tártaro El País. 08.12.12