Hendaia – Anglet


Nos hemos levantado muy pronto, no queremos llegar tarde a Hendaia y nos esperan tres horas de tren desde Bilbao para poder sentarnos en la bicicleta y tomar la salida. En la estación nos encontramos con Pascal que nos acompaña en este primer tramo hasta Bordeaux.

Es el primer día, estamos de estreno de cosas usadas y animados a usar cosas aún no probadas.

De Hendaia a Anglet partimos con la idea de evitar el sube y baja de la carretera de la corniche y, si preveíamos un viaje por carreteras sin pendientes, acabamos de comenzar y ya estamos perdidos con las piernas ardiendo por subir montañas. Si alguien quiere hacer este viaje en piñón fijo, que en esta etapa no siga nuestros pasos.

Llegamos a Donibane Garazi y la parrilla de André cede, no aguanta el peso de la alforja. Hacemos una parada, pensamos en comer, compramos cerveza fría en lata y quesos en Lorblanc que lo vamos a acompañar con un pan horneado de madrugada con centeno, eneldo y pepinillos.

Comemos tranquilos sentados en un banco viendo el mar, mientras pensamos como con una cámara de bicicleta podemos hacer un apaño transitorio para que la parrilla sujete la alforja el resto del día.

Es en este momento cuando nos damos cuenta de que el reto de comer al aire libre con los recursos que nos vamos encontrando mientras superamos las dificultades del camino, es lo que nos van a hacer disfrutar del resto de viaje.

Sin hacer la digestión, seguimos subiendo por una montaña para pasar Senpere, después nos metemos en medio de mucho tráfico hasta Ustaritz. Se nos hace pesado el ruido y tener que estar pendientes de circular muy pegados a la línea que delimita el arcén. Cuando conectamos con el canal de La Nive que nos lleva a Baiona, sentimos por primera vez lo que esperamos iba a ser todo nuestro viaje. Un paseo idílico entre árboles acompañados por las aguas tranquilas del rio.

Sin tráfico y sobre un buen piso rodamos relajados. Nos paramos a ajustar los radios de la rueda trasera de Txelu, vemos dos gallinas que dejan de comer como tratando de entender el motivo por el que nos paramos. Poco a poco recuperamos el ritmo haciendo chistes y saludando con un ‘bon jour’ sonoro a cada una de las personas que nos encontrábamos por el camino.

Llegamos a Baiona sorteando las piraguas de un club de remo. Nos tomamos unas cervezas sentados en una terraza del centro, estamos sudados y tenemos cara de que este primer día nos ha asustado. Comemos unas tartas de higos de LionelRaux, el susto se nos va pasando.

Esperamos a Ibai, un amigo que nos acoge en su casa esta noche. En A Table cenamos pizza en una terraza junto a un canal, charlamos largo y hacemos un paseo nocturno en bici subiendo ligeras cuestas, dejándonos caer hasta su casa en Anglet.

No es posible dormir en un sitio mejor, Ibai nos abre las puertas de ‘la bulle’ que tiene plantada en su jardín. Una especie de casa-burbuja construida por el arquitecto Jean Benjamin Maneval formada por seis módulos de plástico pre-fabricados. Un ejemplo de la arquitectura utópica realizados entre 1963 y 1970, y reactualizados por Ibai como parte de su trabajo artístico.

En el jardín, en nuestra burbuja, compartimos noche en silencio con una colección de Pontiacs entre gallinas.

Fecha: 10 de octubre de 2012
Recorrido: Hendaia - Baiona
Distancia: 71,62 kms.
Dormir: “La Bulle a six coques”, en el jardín de la casa de Ibai Hernandorena. 64, Avenue de Biarritz 64.600 Anglet.
Detalles importantes: ¡Atención! Las carreteras del Iparralde interior puede hacer que te veas perdido entre cuestas.